Si tienes la suerte de encontrarte en una situación en la que alguien te paga por diseñar un nivel, recurda que ellos quieren este nivel/juego por alguna razón. Si aquello que haces no los satisface por alguna razón, no van a pagarte (y no deberían), o al estudio en el que trebajas, por ello. Mantener contentos a los clientes es la mejor manera de asegurar que te contraten a ti o a tu estudio de nuevo, así que asegurate de preguntar que razones tienen.