La genial ambientacin y el soberbio apartado sonoro nos pusieron los pelos de punta en ms de una, dos y cien ocasiones. Como ejemplo, a true story, la de un servidor, que tuvo que jugar en una zona de la oficina con pared a mi espalda para saber a ciencia cierta que nadie (ni nada) poda venir a matarme sin que yo lo viera. El juego que SEGA le deba a la humanidad tras el nefasto Colonial Marines.