La popularidad del juego lo ha llevado incluso a algunas plazas. En Logroo, la plaza de Santiago se ha convertido en un tablero gigante, donde los dados que forman los bancos simbolizan el azar del Camino y donde las baldosas representan las casillas con referencias a algunas poblaciones camineras como Jaca, Puente la Reina o Santo Domingo de la calzada.