En aquel siglo de oro del ferrocarril, que lleg\u00F3 tarde a Espa\u00F1a, ya vivimos algo similar. Fue una \u00E9poca en la que se recurri\u00F3 a reg\u00EDmenes concesionales con empresas privadas, con un antagonismo m\u00EDtico entre la Compa\u00F1\u00EDa de los Ferrocarriles a Madrid, Zaragoza y Alicante (MZA), antigua propietaria de esta misma estaci\u00F3n, y la Compa\u00F1\u00EDa de los Caminos de Hierro del Norte de Espa\u00F1a\u201D.