En este sentido, el cierre de las lneas argumentales se produce claramente en el nmero #59, demostrando lo que ya hemos dicho de un tiempo a esta parte en las distintas reseas de los arcos precedentes: si bien las aventuras de Yorick (y sus cliffhangers) han demostrado ser una fuente sobresaliente de entretenimiento magnficamente dibujada por Pia Guerra, se nota igualmente que todo el contexto que plante en su momento Vaughan con el ejemplar primer nmero le ha venido muy grande. En efecto, se han desaprovechado muchas oportunidades embarcando al protagonista en una suerte de road comic e ignorando todas las posibilidades que una utopa tan potente como la de un mundo sin hombres ofreca (tratada solo a pinceladas). Asimismo, si bien la plaga era un claro mcguffin, la exploracin de sus causas ha sido decepcionante; como decepcionante me parece una conclusin que no puede evitar convertirse en un mero viaje de maduracin y desamor corriente y moliente pese al duro golpe de efecto de matar a uno de los personajes ms queridos por los lectores. Qu nos queda pues? Entretenimiento puro y duro, formalmente impecable, tcnicamente efectista, de una calidad notable pero conceptualmente engaoso.