S, que no siempre se est en los templos, no siempre se ocupan los oratorios, no siempre se asiste a los negocios, por calificados que sean. Horas hay de recreacin, donde el afligido espritu descanse. Para este efeto se plantan las alamedas, se buscan las fuentes, se allanan las cuestas y se cultivan con curiosidad los jardines. Una cosa me atrever a decirte: que si por algn modo alcanzara que la leccin destas novelas pudiera inducir a quien las leyera a algn mal deseo o pensamiento, antes me cortara la mano con que las escrib que sacarlas en pblico.